miércoles, 11 de mayo de 2016

LOS BAILES EN LAS MARCHAS




Desde hace unos días, desde hace unos meses, más bien desde hace varios años, vemos diversas-diferentes-formas de protestar en las calles de Chile. Tal vez con antonomasia siempre dije -y he escrito crónicas sobre esto- que llevamos dentro una tendencia brutal por imitarlo todo. Y esta manera de protestar en las calles debe ser algo más de lo mismo. No manejo antecedentes intrínsecos al respecto, solo expreso, imagino. Quiero decir que hoy en día los jóvenes “bailan” en las marchas. Se protesta por cosas extremadamente complicadas y sensibles como la cesantía, los bajos sueldos, las jubilaciones paupérrimas, los altos sueldos de muchos privilegiados, la depredación de los recursos naturales, por ende la contaminación del planeta, la corrupción, la inoperancia de gobiernos endebles, la colusión, temas religiosos, el abuso extremo de los poderosos, temas de salud pública y cientos y miles de problemas vigentes. Pero los jóvenes salen a las calles a protestar, y bailan, además, y danzan. No se trata con esto de llamar a la violencia, no, porque esta nunca ha generado buenos dividendos. Los pequeños grupos que incitan a la violencia sean de la corriente que sean, siempre tendrán mi repudio. Solo apunto a que los jóvenes bailan, danzan, además. Y frente a este escenario, me atrevo a decir que este país vive fuera de realidad. Me pregunto: ¿podrán tomarnos en serio si bailamos, danzamos, en las calles?. Los prefiero caminando, pacíficamente, con puños en alto, pacíficamente, por las calles, pacíficamente. Los prefiero gritando, pacíficamente, pacíficamente, por las calles. En otros tiempos (no digo que hayan sido mejores, porque esta es otra cantinela) se trataba de confundir menos las cosas. En los estados republicanos el pueblo vota y luego con el mismo voto es “botado” a la calle y al silencio. En los estados republicanos se pide permiso para protestar : ¿se puede así?. Esto parece similar a cuando se lanzan a las aves al patio (gallos, gallinas, patos, en fin) para que jueguen, peleen, se distraigan, y luego los regresan al gallinero y los encierran con candado. ¿Se puede así?. Frente a este escenario me surge la molesta preocupación si estamos viviendo en una sociedad real o en una sociedad ficticia. Chile está repleto de “genios” o integrantes de “comités creativos”. Se me ocurre que de uno de estos “insignes” salió la idea de bailar en las marchas, bailar al estilo carnavalesco, mientras nos desangramos en tristes telenovelas repetidas.

Escrito por Carlos Amador Marchant, en 11 de mayo de 2016 (Valparaíso)



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