Para detenernos
y encontrar una reliquia, más bien un tesoro, bastará que abramos los ojos y
utilicemos la palabra precisa. Porque buscar en ferias y terminales algo que no
se encuentra, sabe a apocalipsis. Fíjense ustedes que gusto buscar a quien
jamás encontraré. Es decir, busco autores que no existen, que jamás escribieron
y, sin embargo, son señalados como precursores de la literatura universal. ¿Cuántos
nombres que no existieron, existen?. ¿Cuántos autores fueron inventados y hoy
se revuelcan como afamados en el tiempo?. Incluso le inventaron rostros, modales,
años en que nacieron. Hay lápidas donde están sus cuerpos y nadie sabe si están
vacías o hay huesos verdaderos. En otras palabras, vale la pena usar la palabra
precisa en este mundo impreciso. Vale la pena ir por terminales y ferias
buscando a alguien que no se encuentra, aunque sea para entretenernos.
Diciembre 2020.-
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