“Un determinado fulano, de esos que siempre
están diciendo algo que nos complica, lanzaba diatribas concernientes con la
muerte de quienes se consideran personajes en esta corta vida que nos toca
caminar. En el fondo, el hombre, tenía cierta razón. La tuvo, la tiene.
Esgrimía en constantes ocasiones la estúpida visión u opción de algunos que
viven pensando en el día de su entierro y en la cantidad de gente que los
despedirá tanto en la iglesia como en cementerio. Afirmaba que conoció (conoce)
a muchos que se desvelan imaginando la noticia del sepelio, y si aparecerán en
diarios, radios, o pasarán desapercibidos por la audiencia. Conocí a este
fulano determinado y le expresé que en lo personal estas cosas me importaban un
carajo, y que a la hora de la verdad siempre recurro a mis propios versos: “yo
no le compro los zapatos a esta vida/. Es mejor/ andar descalzo por la
muerte…”
Escrito por Carlos Amador Marchant, en 21 de diciembre de 2014, en Valparaíso.-
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