A
menudo nos damos el gusto de criticar lo ajeno, lo que acontece fuera
de nuestra casa, de nuestro país. Pero lo que es peor, lo hacemos
desde la esquina de la ignorancia. Entonces vemos a diario en las
redes, en temas sociales y/o políticos (de derecha o de izquierda) a
personajes esbozar planteamientos e ideas aleatorias a etapas de vida
o de instancias desde donde les ha correspondido vivir o
desarrollarse. Por lo general dichas opiniones salen de un envase muy
mal informado acarreando, por cierto, la ira de los que leen estas
verdaderas “provocaciones”Sobre
verdades.
En lo estrictamente personal, prefiero informarme bien de algún tema
antes de lanzar cierta opinión por redes. O por lo menos ser
ecuánime y, a la larga, participar de una “doctrina” más
proclive al bien social planetario que conlleve a un mejor bienestar
para todos. Sabido es que este mundo, esta sociedad que impera, está
hecha a base de intereses. Por lo tanto, desde que nacemos y hasta
que ingresamos a los colegios somos guiados, por no usar la palabra
“manipulados”. La historia que nos enseñan la llevamos arraigada
a la mente hasta el momento en que “despertamos” a la verdad,
siempre que podamos o deseemos despertar. Aunque llegar a un estado
nihilista tampoco es bueno, por lo menos debemos proponernos, como
meta, buscar mejores fuentes que accedan a que no nos pasen gatos por
liebres.
-Escrito por Carlos Amador Marchant, en 15 de febrero de 2018-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrega tu comentario con objetividad y respeto.